sábado, 17 de noviembre de 2007

Artículo para analizar. La gente sin placer, de Alberto Soria"La gente sin placer me parece peligrosa, reveló el catedrático. De fren

"La gente sin placer me parece peligrosa, reveló el catedrático. De frente casi interminable y mirada profunda de enterado, habla mirando directamente a sus interlocutores y no a sus apuntes. Imaginé a algún halcón en el auditorio, guardando con disimulo las medallas de guerra, fiereza y malhumor que llevaba en la solapa. Después, como al descuido, el conferencista dijo: "Hay que saber mucho para ser sencillo. Quisiera ser sencillo". La sencillez --explicó-es un resultado; la simpleza, un estado primario. Imaginé esta vez, que del sobresalto, al cocinero superestar se le caía el tenedor de platino. Y a su colega mediático al lado, la costosísima cuchara japonesa con la que (eliminando el plato tradicional en su restaurante de lujo) ha planeado su penúltimo golpe de efecto.

A la cocina, la mesa y sobremesa --es decir a la vida, piensa uno-a veces le hacen falta más filósofos de lo cotidiano y especialistas en cultura griega, que doctores en tempurización y magos del nitrógeno líquido. Los necesitamos para aprender a nadar contra la corriente, para sobrevivir con gozo, y para que nos ayuden a condimentar el caldo. Ese es para nosotros el caso de Ángel Gabilondo Pujol, fino pensador español muy querido en su patio, rector de la Universidad Autónoma de Madrid, distinguido con palmarés académico por el gobierno francés, y autor de las frases que al comienzo cito.


I"Sopas hechas con felicidad", dice la publicidad. Cuando la veo, recuerdo frases al vuelo de Gabilondo. Y con él, me asusto de lo que propone la publicidad. "Parece que la felicidad es un ingrediente, un aditamento", comenta el catedrático de metafísica. Hay una gran diferencia entre la sopa de sobrecito, y la que a uno le prepara la abuela, la mamá o la pareja. Estas reconfortan porque están elaboradas con caricias, sentimiento y sabiduría artesanal heredada. La felicidad -que es algo que se cultiva, sostienen los filósofos de la vida-no puede llegar en sobrecitos aunque estén firmados por quien entre los famosos, se considera el mejor chef del mundo porque cree ser "el Picasso de la cocina".

II En sus clases de Historia Medieval en la Universidad de Bolonia, el profesor Massimo Montanari enseña que las cocinas marcan más que el idioma. Definen lugares, heredades, paisajes, productos disponibles, gustos, recetas transmitidas de generación en generación, por encima de los límites y fronteras políticas. Las cocinas --remacha Montanari-son espacios de identidad y de intercambio, desde los que se genera placer. Desde otra vertiente, Gabilondo interpreta la alegría como una necesidad de vida, un desafío, algo por lo que hay que luchar constantemente. Séneca sostenía que al acabar el día sería interesante poder decir "he vivido", cuenta. No podría decirlo ni desde la dieta loca, ni desde el ayuno.

En momentos como los actuales, la idea de que alguien (así sea en lecturas), lleve a filósofos de lo cotidiano y a especialistas en cultura griega a la cocina y a la fiesta, pueden enriquecer más mesa y sobremesa que cuando llega con el pan el que no sabe de panaderías, y con botella de liebfraumilch el que presume de vinos. Vivir como un mortal es exigente, pero no debe asustar, sostiene el filósofo español. Lo que lo asusta --admite-"es echar a perder la vida". Por eso hacemos coro, esperando que usted se sume: La gente sin placer nos parece peligrosa." (el nacional)

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Teoría expresión de ideas y sentimientos

1)La expresión de ideas
Como hemos dicho en la primera sesión, escribir es pensar despacio. Sin embargo, debemos considerar que existen diferentes momentos de ese pensar, a veces es una lenta meditación sobre una amplia variedad de temas, un estudio exhaustivo sobre un aspecto muy específico o la expresión de una gama de sentimientos. En primer lugar hablaremos de aquellos momentos en las cuales las ideas predominan.

Debemos dejar claro que la expresión de las ideas no necesitan tener una rigidez excesiva o una objetividad exagerada; podemos partir de datos, hechos, teorías o principios pero podemos desarrollar, dependiendo de nuestro manejo del lenguaje, formas incluso cercanas a las literarias ( a través de metáforas o símiles, por ejemplo) no con un objetivo meramente estético sino para ilustrar nuestro planteamiento.

Para la expresión de ideas debemos considerar
Precisión y exactitud: en realidad existen varios caminos para alcanzar la claridad, pero debo tratar de llegar a ella de la manera más eficaz, utilizando la menor cantidad de recursos posibles. Cuando somos precisos no nos contentamos con aproximaciones y cuando somos exactos podamos lo superfluo. Este factor que afecta el estilo de ideas depende, en gran medida, de la actitud.

2)La expresión de sentimientos
Según Schökel, la principal complicación al momento de expresar por escrito sentimientos reside en la “enorme variedad y riqueza de aspectos, matices, determinaciones individuales, según la persona, el momento, la edad y la situación.” Así la soledad, el amor, la ternura pueden cobrar características bastante diferentes si la ven un niño en un barrio de Caracas, un anciano en un suburbio de Nueva York o un catedrático de mediana edad en Roma.

Los sentimientos se puede expresar de varias maneras:
Directas: etiquetando el sentimiento (“Yo te amo”) o dando tonalidades, matices a ese sentimiento (un amor apasionado, una soledad devastadora).
Indirectas: el método indirecto, a través de enumeraciones de sensaciones diversas, de comportamientos, de actitudes intenta delinear un sentimiento que debe ser descubierto por el lector. (“Tantos libros, tantas palabras, carros, historias, fantasmas y tu ausencia” para expresar soledad).

3)Los recursos
Para expresar ideas o sentimientos, existen algunos recursos comunes para realizar esta tarea:

Metáfora: es un recurso en el cual se usan las palabras con un sentido distinto del que tienen propiamente. (“caían perlas del cielo”, por gotas de lluvia)

Alegoría: representación de una cosa o idea abstracta por medio de un objeto que tiene con ella cierta relación real, convencional o creada por la imaginación. (el caso de la novela de George Orwell, Animal farm, en la cual los conflictos políticos sociales de la humanidad se presentan en forma alegórica a través de los conflictos de un grupo de animales en una granja).

Comparación: como su nombre lo indica, se toma un objeto o situación y se presenta en semejanza o contraste con otro equivalente. A diferencia de la alegoría no hay una sustitución de alguno de los términos de la comparación.

Descripción: a través de rasgos, características y detalles se expone la idea o el sentimiento

Alusión: es una referencia a un hecho o dato para aclarar una idea, supone que el lector se mueve en un mismo marco referencial cultural que el escritor. Si uno dice: Por las noches era un Miranda en La Carraca, en caso de que lector comparta el código, se imaginará al prócer en el cuadro de Michelena y podrá comprender la alusión.

Alusión culta: cuando una idea o sentimiento se expresa con base en largas citas o referencias a autores, eventos o personajes cuyo conocimiento y manejo requiere una base cultural amplia.

Anécdota: es la narración breve de un hecho, con pocos personajes y sin demasiado desarrollo. Sirve para ilustrar alguna idea y, en muchas ocasiones, puede ser el punto de partida de un texto.

4)Los lugares comunes
Se trata de ideas corrientes y muy repetidas. Gran parte de los lugares comunes provienen de recursos (anécdotas, metáforas, símiles, entre otros) que en un primer momento eran originales y frescos pero ahora son sólo una construcción de palabras que no tiene significado propio. “El tortuoso invierno”, “las perlas de tu boca”, “tus ojos de azabache”, “la florida primavera”, “rápido como gacela”, por nombrar sólo algunos ejemplos, sirven para ilustrar que dado que bloquean nuestra expresión como escritores, es necesario que en las etapas de revisión, vayamos podando nuestros textos de lugares comunes.

Una nota sobre la exposición del diseñador cubano Félix Beltrán

Convencido de que el diseño es más que la distribución armónica, sintética y efectiva de un conjunto de elementos visuales y que no es necesario "estar en lo último" para lograr consolidar la imagen de una marca, el reconocido diseñador Félix Beltrán, nacido en La Habana en 1938, ha dedicado 40 años a la práctica y la fe del diseño gráfico. Hoy, a las 12:00 m, el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez inaugura una sucinta retrospectiva de su trabajo elogiado no sólo en América, sino también en otras partes del mundo.

La exposición Félix Beltrán.

Marcas e identidades gráficas reúne 30 marcas, quizá no muy conocidas para los espectadores venezolanos, creadas por el diseñador desde 1959 hasta 2005.

Un lenguaje que aboga por la síntesis caracteriza estas marcas que no sólo se refieren a productos y empresas, sino también a instituciones de labor social como la Biblioteca Benjamín Franklin de México o la Cruz Roja de Cuba. Más allá del valor estético de cada una de éstas, Beltrán hace énfasis en el compromiso social de las marcas, algo que muchos diseñadores de hoy pasan por alto.

Beltrán, que dictará hoy a las 11:00 am en el mismo museoun curso sobre La Marca en el mundo de hoy, señala que el diseño ha evolucionado en la historia reciente. Desde los tiempos de mercaderes fenicios, explica, pasando por la Edad Media, el Renacimiento, el diseño cobró importancia "para diferenciar aquello que no tenía suficientes diferencias", pero se incrementó después de la Revolución Industrial por la competencia que se produjo con el desarrollo del despiadado capitalismo. A partir de entonces, se ha elevado la conciencia de la marca", comenta.

Considera que "sin el capitalismo habría marcas más preocupadas por lo social. El diseño tiene que asumir las consecuencias implícitas de sus prácticas. El valor de todo está en las consecuencias de lo que hacemos. Hemos avanzado, eso es indudable, pero arrastramos contradicciones, es decir, estamos muy incipientes en los avances sociales. El diseño debe renunciar a eso, asumir las responsabilidades que tiene como acto de comunicación. El diseño gráfico educa en el sentido cabal del término para que mis alumnos se sienten como los modelos de Calvin Klein o agarran los cigarrillos como los modelos de Marlboro", ironiza el artista.

El diseñador, cuyas obras gráficas han recibido más de 130 premios y han sido apreciadas en casi 500 exposiciones colectivas y 66 exposiciones individuales, cree que si las nuevas generaciones no tienen conciencia de estas otras implicaciones del diseño es porque "se les educa en el hedonismo en la evasión, en los valores relativos donde no hay convicciones con las que uno está convencido de que no somos el centro del universo. En eso es lo que creo. Como seres sociales, los que estamos en el mundo del diseño estamos influidos e influimos", pues, como dice más adelante, "el diseño no es maquillaje (...) es, sobre todo, un acto de persuasión.

Desde las aulas de la Universidad Autónoma de México, Beltrán reta a sus alumnos a crear carteles contra el abandono de los ancianos, el racismo y sobre las estadísticas del suicidio en los jóvenes. Después de todo, afirma, "el diseño tiene que ser imagen, pero lo que importa es qué clase de imagen es y para qué es. No obstante, aclara, "el diseño no es omnipotente".

Autor del primer libro sobre diseño gráfico en América Latina, titulado Desde el diseño (1970) y asesor de más de una veintena de eventos mundiales relacionados con su área de trabajo, Beltrán defiende con ahínco que el sentido histórico se debe tomar en cuenta cuando de diseño gráfico se trata. "Creo que, como decía Rousseau, no se debe confundir cambio con progreso. No es necesario que el diseñador esté en lo último. La gente tiende a creer que lo nuevo siempre supera lo anterior, pero no siempre es así", comenta.

Mañana y el viernes, Félix Beltrán dictará un curso sobre La marca en la práctica. La entrada es gratuita. (el nacional)